Las caricias que nos brinca la naturaleza:
el tacto de la tierra,
de la corteza del árbol,
del agua,
los pies sobre la hierba,
del agua,
los pies sobre la hierba,
los pasos en la arena...,
cualesquiera de ellos, nos relajan,
despiertan nuestra paz interior y alegría,
porque nos remiten a lo esencial.
porque nos remiten a lo esencial.
Álex Rovira
No hay comentarios:
Publicar un comentario