viernes, 14 de septiembre de 2012

Instante: El propio esfuerzo.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
Tú perseveraste en el empeño.
Eso fue lo que te trajo la buena suerte,
le dijo el instructor de piano a la niña
al darle el lazo verde de la buena suerte.
Desde entonces, siempre que tocaba el piano,
la pequeña llevaba puesto el lazo verde,
porque le recordaba que era su propio esfuerzo
lo que le traía la buena suerte.
Elizabeth Koda-Callan.
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario